martes, 28 de noviembre de 2017

COMO SUPERAR LAS CRISIS




COMO SUPERAR  A LAS CRISIS

La crisis es esa parte de la historia personal o social o de la pareja en la que no encontramos salida, donde estamos a punto de darnos por vencidos y queremos tirar todo por la borda. Es esa noche oscura en la que no encontramos ni una vela que encender y se ve lejos el amanecer. ¿Cómo superar esas crisis? ¿Cómo levantarnos para seguir? He aquí cuatro consejos útiles



MANTÉN LA VISTA PUESTA EN LA META
Cuando la crisis se cierne sobre nosotros, sobre nuestro matrimonio, sobre nuestro país  o incluso sobre nuestra vocación, sentimos que es el fin y que ya nada podemos hacer, sin embargo, la crisis no es el fin sino un nuevo comienzo.
Es el lugar de la evaluación, el momento de reevaluar las estrategias, de ver el camino recorrido y posar nuestra mirada una vez más en la meta. La crisis llega cuando sentimos que estamos estacados y que no avanzamos, por eso es necesario tener clara la meta que perseguimos, lo que queremos realizar. Lo que pretendo, como persona, como pareja o como nación.
Si no se está claro el destino al que se quiere llegar entonces fácilmente sucumbiremos a la crisis. Pues si no sabremos hacia dónde vamos no hay manera de corregir el curso y tomar el rumbo que nos lleve hasta a él.
En las crisis es posible perderse pero, también es posible re-enrumbarse. Es posible seguir adelante. Pero es necesario tener claro al motivo por el cual vale la pena seguir. Es necesario en esta noche oscura de la crisis preguntarnos
¿Qué es lo que quiero?
¿Cómo voy a lograrlo?
Pues si no sabes lo que buscas , por más que lo intentes no lo encontraras y si crees saber lo que buscas pero no tienes las herramientas entonces tampoco lo encontraras. Para superar la crisis es necesario tener una meta y un plan claro para llegar a ella. La superación no se fruto del azar sino de medidas claras y respuestas acertadas.


DESCUBRE EN TI NUEVAS CAPACIDADES Y EXPLÓTALAS
Las crisis nos demuestran que hay cosas que no estamos haciendo bien y que no están dando los frutos esperados. Al ver lo que obtenemos y lo que habíamos soñado se nota que una cosa no tiene nada que ver con la otra.
Es entonces necesario reconocer que quizás la forma como hemos venido atacando la problemática ya no es viable, es decir, la forma como hacemos lo que debemos de hacer ha caducado y es necesario reinventar, reinventarse, crear nuevas formas, nuevos métodos, nuevas estrategias.
Una de las cosas que recrudece la crisis es insistir en modelos fracasados, creer que porque eso le resultó a otro debe resultarme también a mí. O peor aún,  pensar que “así se ha hecho siempre” y que no es necesario hacerlo de otra forma.
Para superar las crisis, es necesario descubrir en nosotros, en nuestro matrimonio, grupo o país la infinidad de capacidades aun no explotadas, y empezar a fortalecer esas cualidades que han sido relegadas, menospreciadas o incluso escondidas.
La crisis es el momento de la invención, de a creatividad, es el espacio propicio para hacer todo de una nueva forma, de abandonar viejos modelos de pensamientos y abrazar otros nuevos sin perder de vista claro está la meta que ya nos hemos planteado.
Si hacemos siempre lo mismo tendremos los mismos resultados. Si hemos caído en la crisis resulta obvio que las decisiones pasadas no sirvieron. Para salir de ella hay que buscar nuevas capacidades nuevas oportunidades, nuevos métodos y explotarlos, sacarles el jugo.
Sin ideas nuevas, jamás saldremos de las crisis


SACA LO MEJOR DE CADA PERSONA QUE SE TE CRUZA EN EL CAMINO
Lo peor de la crisis es sentirnos solos desvalidos y olvidados, cuando no siempre es así. El dolor, la impotencia, la rabia, el miedo y la tristeza pueden oscurecer tanto nuestra visión que somos incapaces de ver que aun en los momentos más difíciles siempre podemos encontrarnos con personas estupendas.
Dicen que la crisis saca lo peor de nosotros y quizás sea cierto, pero ese no es la finalidad de la crisis sino totalmente lo contrario. La crisis debe abrirnos al encuentro con el hermano, con aquel que puede impulsarme y ayudarme a salir de la crisis.
El problema es que casi siempre andamos enredados en nuestros círculos viciosos y no se nos da por ampliar nuestros horizontes.
Las personas buenas existen y están a nuestro alrededor, más aun, cada persona tiene algo bueno, nadie es totalmente malo. El secreto para superar de la crisis está precisamente en descubrir nuestra capacidad de encontrar lo bueno en los que nos rodean.
Puede ser que ese otro no sea como yo, no piense como yo, no vea la vida como la veo yo, pero si logramos ver algo bueno en él, ya hemos dado un paso hacia la superación de la crisis.
Pues la crisis no se soluciona haciendo que todos piensen y actúen del mimo modo en que yo lo hago sino, esforzándose en trabajar juntos hombro a hombro poniendo lo mejor de cada uno.
Mientras no seamos capaces de ver lo bueno que hay en el otro jamás superaremos las crisis. El otro es importante para salir adelante no porque piense igual sino porque esa mirada distinta nutre y enriquece mi visión, ampliando así nuestros horizontes.

CONFÍA EN DIOS
Como seres humanos somos seres integrales. Conformados por Mente cuerpo y espíritu. No podemos en ningún momento olvidar esta dimensión espiritual del ser humano.
Somos hijos de Dios, nuestro destino fina es la eternidad. Pero, a veces en medio de las crisis sentimos que ese Dios bueno nos abandona, creemos que el mal en el mundo es fruta de un dios malvado que nos odia cuando la realidad es distinta, la verdad es que en medio de las crisis, Dios no se aparta de sus hijos. Sea una crisis nacional, local, de pareja o personal Dios siempre está ahí dispuesto a ayudarnos.
El problema se encuentra en nuestra negativa de aceptar su ayuda. A veces es necesario re-aprender a confiar en Dios, pero los años de nuestra lejanía de él o de su amor nos vuelven ariscos, los problemas nos hacen dudar, y el dolor nos pone a la defensiva.
Por eso es necesario volver a encontrarnos con  él, con su amor y restablecer ese vínculo de amistad que haga crecer la confianza perdida fruto de nuestra lejanía.
No podemos salir de nuestras crisis sin la ayuda y el acompañamiento de Dios. Las crisis existen porque Dios las permite, y estas son el crisol donde nuestra vida se purifica, se fortalece y se reinventa.
Para salir de ella necesitamos la ayuda de Dios y el quiere ayudarnos, el quiere ser parte de nuestra vidas, de nuestras parejas de nuestra sociedad.
Nada humano le es ajeno al autor de la vida humana. Confiar en Dios es abrirle el corazón, es abrirnos a su presencia, es entregarle nuestras cargas, es bajar nuestras armas. Es llegar a sus pies y reconocer que hay situaciones en la que ya no podemos más. Es encontrarnos con su amor inmenso que sana. Confiar en Dios es saber que por más difícil que sea la situación que atravesamos él nunca nos dejara, porque su amor es eterno.
Para salir de la crisis hay que poner a trabajar la mente, el cuerpo y el espíritu.
Todo es posible para el que cree.



Paz y Bien


Diac rafa