viernes, 25 de agosto de 2017

Superando nuestros Miedos


Superando nuestros Miedos  
Cuando queremos superarnos a nosotros mismos debemos saber que el miedo forma parte de la vida. Siempre habrá algo que nos dé temor, el problema surge cuando el miedo nos domina, no paraliza y no nos deja avanzar, es ahí cuando todo se vuelve un caos porque nuestra felicidad esta justamente detrás de nuestros miedos.
Cuando el miedo nos domina corremos terribles riesgos en primer lugar Renunciamos a las metas y luego perdemos la perspectiva de la realidad por ello es  necesario dejar nuestra seguridades y aprender a luchar contra nuestros miedos.
No todo lo que nos ocurre está bajo nuestro control, hay situaciones imprevistas que simplemente se nos escampan de las manos. Pero no podemos dejar que el miedo nos domine. Tenemos que luchar contra él.

RENUNCIAMOS A LAS METAS
El miedo es una respuesta natural de los seres vivos antes las amenazas que lo rodean, en pequeñas dosis el miedo nos ayuda a preservar nuestra vida.
Es normal sentir miedo cuando estamos frente a una amenaza real, pero no es lo mismo cuando el miedo es mucho mayor a la amenaza, es decir cuando la amenaza no es real, o cuando creemos que es mucho más grande de lo que en realidad es.
Todos sentimos  miedo, pero son las personas exitosas las que logran vencer esos miedos y superarse a sí mismos.
Muchos renuncian aun antes de empezar, se imaginan los peores escenarios, las peores condiciones y aun antes de levantarse de la cama prefieren renunciar, cruzarse de brazos antes  que luchar, sencillamente no se arriesgan.
Hay quienes Simplemente se conforman con las cosas como están y temen intentar un cambio.
El problema de renunciar a las metas cuando aún no hemos empezado, es que  perdemos la guerra antes de librar la primera batalla. Y eso al final nos deja la incógnita eterna de saber que hubiese pasado si… y esos pensamientos terminan quitándonos la alegría de vivir.
Cundo renunciamos a las metas por miedo al fracaso estamos bloqueando una puerta cerrada en vez de intentar abrirla.
Esto pasa cuando lo que está detrás de la puerta al ser incierto, nuevo o distinto nos da miedo y preferimos quedarnos encerrados en nuestra propia seguridad. Pensamos que no es necesario intentar cosas nuevas pues así como estamos, estamos bien.
De vez en cuando llegan a nosotros algunos sueños, algunas ilusiones, algunos proyectos y terminamos siendo nosotros quienes los bloquean. Nuestra actitud conformista, nuestro miedo y nuestras inseguridades nos encierran y terminamos haciendo lo mismo por muchos años esperando que por un acto de magia tengamos resultados diferentes. Y eso nunca llega a pasar.
Si hacemos siempre lo mismo, tendremos siempre los mismos resultados.
Para ser personas exitosas debemos atrevernos a luchar.
No les estoy pidiendo que sean domadores de serpientes, simplemente es necesario que entendamos que no podemos renunciar antes de pelear.
El miedo nos dice que así  como están las cosas está bien, que no vale la pena el esfuerzo, pero todo es una trampa. Todo puede mejorar, todo puede perfeccionarse, solo falta vencer el miedo al fracaso, a las caídas, solo falta entender que ese miedo no es tan real como parece que es simplemente una sombra oscura que se alejara en cuanto se encienda la luz de la osadía.
Atrevámonos a ser osados al luchar por nuestros sueños.

PERDEMOS LA PERSPECTIVA DE LA REALIDAD
No todo es lo que parece, no todo lo que brilla es oro, ni todos los sapos son príncipes azules.
Recuerdo el terror que sentí en mi primera exposición en el liceo con el profesor “Luis Pantoja Blackman estando yo en 8°.
Las piernas me temblaban, las manos me sudaban aunque estaban frías como témpanos de hielo, la lengua se me trababa, la garganta e me resecó y no podía hilar las ideas. Fue terrible.
Desde ese día y por mucho tiempo desarrolle un gran miedo escénico, tan solo de pensar en “exponer” me ponía mal, prefería perder las evaluaciones antes que volver a pasar por esa experiencia. Pero no era algo real simplemente había perdido de vista la realidad.
Cuando el miedo nos domina perdemos la perspectiva de la realidad.  Y fue eso lo que me ocurrió con aquella exposición.
En la realidad, aquella era mi primera vez y el profesor lo sabía, pero yo pensaba que él era el verdugo que me cortaría la cabeza de un momento a otro.
 En la realidad, aquella era una oportunidad para aprender y mejorar, en mi mente era un castigo de aquel profesor que me odiaba muchísimo, lo cual obviamente no era cierto. El quería que creciésemos como estudiantes  
En la realidad, aquella exposición me estaba brindando una herramienta para poder presentar mis ideas, opiniones y pensamientos, en mi mente aquello era un instrumento de terror creado simplemente para hacerme sufrir.
La realidad era mejor de que lo que yo pensaba pero el miedo me decía que no era cierto y yo le termine creyendo.
Cuando dejamos que el miedo nos domine y distorsionamos la realidad en seguida viene la frustración porque como seres humanos nacimos con el deseo de explorar, de llegar más lejos, de superarnos, cuando por miedo reprimimos aquellas ansias terminamos sintiéndonos mal, sintiéndonos fracasados.
Para evitar el fracaso es necesario ir perdiendo el miedo. El miedo no es invencible. Se puede superar si en verdad lo deseas.
Con el tiempo descubrí la calidad de persona que era aquel profesor, me hice su amigo y entendí porque nos exigía tanto, porque nos llevaba hasta el límite de nuestras fuerzas, porque siempre trataba de sacarnos de nuestra zona de confort.
Descubrí que mientras más acomodados estamos, mientras menos complicaciones tenemos entonces menos avanzamos, menos crecemos, menos nos superamos.
El miedo lo único que desea es que sigamos igual, pero seguir igual no nos ayuda, es necesario que pongamos la marca un poco mas allá, de lo contrario nuestra existencia pasará inadvertida. Estaremos vivos pero no habremos vivido.
Cuando logré superar ese miedo escénico una nueva faceta llego a mi vida, y los que me conocen saben que ya no temo hablar en público. En otra palabras. Cuando vences el miedo simplemente llueven los éxitos.  En cambio las seguridades solo generan mediocridad.

ES NECESARIO DEJAR  NUESTRAS SEGURIDADES
Las personas que viven con miedo se encierran en sus propias seguridades y no se atreven a intentar cosas nuevas. Quienes viven con miedos se sienten cómodos como están y no quieren cambiar, el cambio  les aterra.
Cambiar es común, todo en la vida cambia, las horas del día avanzan, las estaciones cambian, todo cambia, pero quien vive en el temor no quiere, no acepta, ni promueve el cambio.
¿Cómo vencer el miedo que nos da perder la seguridad en que vivimos? ¿Cómo atrevernos a hacer las cosas de una nueva forma? ¿Cómo dejar atrás el capullo de crisálidas y renacer como mariposas?
Para poder lograrlo basta con dejar de lado la comodidad, y para ello es necesario que nos volvamos un poco más temerarios, que nos arriesguemos, que nos atrevamos a intentarlo.
Quien no lo intenta ya está perdido, quien lo intenta aunque le salga mal es una ganador pues al menos adquirió experiencia de vida.
No podemos vivir sin intentar mejorar, todo lo que se estanca termina pudriéndose. Y lo mismo le ocurre a nuestros sueños, anhelos y aspiraciones cuando nuestros miedos nos encierran, cuando la comodidad nos vence, cuando dejamos de intentar entonces hemos perdido y nuestra vida se marchita hasta podrirse.
En la vida mientras Vamos creciendo y necesitamos más espacios, más oportunidades, más aprendizajes y es entonces cuando llega el momento de seguir adelante.
En el vientre de nuestras madres seguramente que estábamos mas cómodos, no necesitábamos nada pues todo se nos daba sin tener que esforzarnos. Pero ese tiempo hacer rato que se acabo, es necesario que construyamos nuestros sueños y aspiraciones, es necesario que alcancemos nuestras metas y para ello debemos vencer nuestros miedos. Sobre todo el miedo de soltar lo que creemos seguro.
El miedo se vence con esfuerzo, con gallardía y con inventiva.
Nuestros antepasados le temían a la oscuridad y por eso dominaron el fuego y lo usaron para combatir sus miedos. Cuando el mar se les puso como barrera entonces construyeron barcos cada vez más grandes, cuando la nieve intento detenerlos entonces construyeron iglús y transformaron a su enemigo en una herramienta.
No hay nada que como especie nos haya amenazado y que no hayamos enfrentado hasta vencerlo, pero se requirió de personas dispuestas a vencer sus miedos, a ir mas allá.
Los que se quedan de brazos cruzados son los mismos que hacen de este mundo una pocilga, en cambio los que se atreven a intentarlo, los que dejan su comodidad e intentan   probar nuevas formas, descubrir nuevos territorios, esos son  los que hacen de este mundo un lugar mejor
No te conformes con la vida que tienes solo por miedo a intentar cosas nuevas.
Atrévete a emigrar, atrévete a estudiar, atrévete a construir, atrévete a pensar distinto, atrévete a amar, porque es cuando se ama que se está dispuesto a todo.
Para vencer el mido tienes que amarte a ti mismo y descubrir que te mereces algo mejor. Te mereces un país mejor, te mereces un futuro mejor, te mereces una vida mejor pero eso debes construirlo tú, no te caerá del cielo y definitivamente nadie lo hará por ti.
¿Vas a dejar que tus miedos te venzan? ¿Vas a permitir que el miedo te robe la esperanza?
No.  No es justo, no es sano, no es prudente. Ponte de pie con osadía y desafía a tus miedos, ten la seguridad que ellos no podrán vencerte, pues no naciste para que seas esclavo de tus miedos sino para vencerlos. Cuando decidas ponerte de pie, entonces todas las barreras caerán. Porque tu felicidad yace escondida tras tus miedos.
Si vas a tenerle miedo a algo, teme el quedarte estancado, teme a no haberte esforzado lo suficiente, teme haber preferido la comodidad de la esclavitud, antes que el riesgo de vivir en libertad.
Tener miedo es natural, lo que no es natural es vivir en el miedo. Que nadie doblegue tu espíritu, que nadie ponga límites a tus sueños, que nadie te obligue a conformarte con besar el suelo cuando tu sabes que sobre tu cabeza existe un universo infinito.
No temas luchar. Teme no tener algo por lo que valga la pena luchar. Y recuerda que el miedo nunca va a superar a las personas que  desean vivir con dignidad.
El miedo es solo un enemigo a vencer, y querer vencerlo es haber ganado la primera batalla.
¡Ánimo!
Dios te Bendiga  
Paz y Bien


Diac Rafa


viernes, 18 de agosto de 2017

4 consejos para realizar tus sueños





Todos tenemos sueños y metas. Pero ¿Por qué algunos las alcanzan y otros no? ¿Por qué tantos se quedan a mitad de camino? ¿Cuál es el secreto para pasar del mundo de los sueños a la realidad?


He aquí cuatro consejos útiles             

                                               
Determinación:
La determinación es la base de  todo logro. Una cosa es soñar y otra muy distinta es decidirse y hacer ese sueño realidad.
Es importante aclarar que cuando hablamos de sueños no nos referimos a las imágenes que nuestro subconsciente nos envía mientras dormimos sino a aquellas cosas que queremos realizar, que forjan nuestra esperanza y que nos permiten tener una meta a la cual perseguir.
Me refiero a esos sueños que se tienen cuando tenemos los ojos abiertos, esas metas que queremos lograr, a esas fronteras a las que queremos llegar y rebasar.
No hay sueños imposibles, solo hay que descubrir la manera de hacerlos posibles. Y de eso se trata la determinación.
Determinación es decidirnos a hacer lo que sea necesario por ver nuestros sueños realizados, pero la determinación no es solo decir: lo hare. Muchas  personas dicen que harán y luego no hacen nada. El secreto de una verdadera determinación es plantearse objetivos claros que permitan alcanzar la meta que nos proponemos.
Primero debes saber lo que quieres: si no estás claro en lo que quieres es porque te falta determinación, pon límites, establece prioridades, imponte un plan de trabajo. Los sueños no caen del cielo sino que debemos construirlos y la determinación es, en este sentido la lista de instrucciones que debes seguir para alcanzarlo.
Lo segundo que debes saber es ¿qué necesitas para lograrlo? Es decir, si quieres ser chef, debes estudiar cocina e ir aprendiendo y superando una a una las etapas. Piensa en lo que quieres, ahora piensa en lo que se necesita para lograrlo, haz una lista, y ve consiguiendo lo que te haga falta.
Determinarte a hacer lo que deseas es como preparar un buen platillo, primero buscas la receta (el que) después buscas los ingredientes (el con qué) luego sigues los procedimientos (el cómo) esperas los lapsos de cocción (el cuándo) y finalmente tendrás en el plato lo que deseabas comer.
Ese es el secreto de la determinación: determina lo que quieres, lo que necesitas, como vas a hacerlo, cuando vas a hacerlo y luego hazlo. Ve avanzando. Y tu sueño se HARÁ realidad 

Esfuerzo:
El éxito no es fruto del azar sino consecuencia de los actos conscientes que realizamos. Si tus actos acompañan tus deseos entonces es probable que logres lo que quieres, si no, entonces seguramente solo perderás el tempo y terminaras frustrado.
Esforzarse es ponerle corazón a las cosas, es desgastarse por conseguir lo que anhelas. Muchas personas quieren, todos quieren; y pocos lo logran porque piensan que con solo “querer” es suficiente y eso no es verdad.
Las cosas realmente valiosas de la vida requieren de nuestro esfuerzo, si no nos esforzamos por lo que queremos entonces es que realmente no lo queremos, es solo una idea que paso por nuestra mente, pero no es el deseo profundo de nuestro corazón.
Es necesario esforzarse, poner nuestro organismo a trabajar en función de lo que queremos lograr. Lo primero que debemos entender es que nuestro cuerpo se resiste al esfuerzo, si sometes tu mente o tus músculos a una fuerte acción ellos terminaran cansándose, por lo tanto esforzarse implica reprogramar nuestro cuerpo y nuestra mente para que trabajen por lo que deseamos.
La pereza es la primera enemiga. Muchas personas sueñan con ser profesionales universitarios y cuando se enteran de que es necesario esforzarse por al menos 5 años renuncian por la sola idea de pensar lo largo que son los estudios.
Tienes que educarte a ti mismo, tienes que saber que vale la pena el sacrificio, que vale la pena el esfuerzo solo así podrás lograr lo que sueñas.
Lo que quieres cuesta. No hay atajos. Solo existe la determinación férrea de luchar por lo que sueñas y eso se consigue esforzándote.
No eres el único que desea alcanzar esa meta, no eres el único que corre  por ese premio. Si quieres llegar debes esforzarte al máximo y cuando pienses que ya no te queden mas fuerzas debes esforzarte aun mas pues no son los sueños de otro, son tus sueños y si tu no lo haces nadie lo hará por ti.
El esfuerzo es una inversión que rinde sus frutos a largo plazo. Cuando nos esforzamos no hay distancia que sea tan lejana, ni montaña que sea tan alta, cuando te esfuerzas todo es posible.

COMPROMISO:
Comprometerse es tomar conciencia de que Si no cumplo con los objetivos que me propuse no lograre la meta.
Ya hemos dicho que la determinación plantea los objetivos, los pasos, los requerimientos y lo que debo hacer para pasar de los sueños a la realidad, ahora bien el compromiso es  convencerme a mí mismo de que debo hacer lo que me he propuesto, porque eso es lo que me dará la victoria.
Muchos somos maleables, decimos que estamos determinados a hacer tal o cual cosa, entonces llega alguien más y nos vende otra idea, entonces soltamos lo que estamos haciendo y empezamos a hacer otra cosa, luego alguien más nos dice algo nuevo y volvemos a soltar lo que hacíamos y abrazamos ese nuevo proyecto, y así vamos saltando de una idea a otra, de un camino a otro y los días pasan y llegamos al momento en el que nos damos cuenta que nos metimos en todo pero no terminamos nada.
Ese es el más claro ejemplo de la falta de compromiso.
Cuando una persona adquiere un compromiso legal con otra u otras personas, todas quedan obligadas a cumplir las partes del trato que se está llevando a cabo, como sucede en la compra-venta de un inmueble, el comprador se compromete a darle al vendedor una suma de dinero a cambio de un objeto con tales cualidades. Al firmar el contrato ambos quedan comprometidos y si alguno de los dos incumple el otro puede demandarlo.
Cuando hablamos del compromiso propio todo se complica porque no hay un tercero que te obligue a cumplir, quien debe obligarte  eres tú mismo, eres tú quien debe exigirse, y esa es la clave. Comprometerte es exigirte a ti mismo.
Tienes que casarte con la idea de que lo que has planeado te llevara donde quieres llegar. Tienes que creerlo. Creer que es posible, creer que te lo mereces.
Tienes que pensar que si se puede, que si lo lograras, creer en ti y auto incentivarte, auto impulsarte, auto animarte. Convertir tu meta final en pequeñas metas alcanzables y trabajar por lograrlas. Eso es compromiso.
Tu sueño, tu proyecto, tu responsabilidad. Si no lo haces nadie lo hará.

Actitud
Al final todo depende de cómo nos veamos a nosotros mismo. Si crees que puedes podrás, si crees quien no puedes no podrás. Suena sencillo pero no lo es tanto.
La actitud es gran parte del camino al éxito. No puedes esperar a alcanzar el éxito para sentirte exitoso, debes empezar a saborear ese éxito desde ahora y hacer de él el impulso que necesitas para salir adelante.
La actitud es la decisión personal de creer en uno mismo. La autoestima ayuda a formar una buena actitud, mientras más nos amamos a nosotros mismos y creemos que somos capaces de alcanzar nuestras metas, con mas seguridad  lo podremos lograr.
La actitud positiva es aquella que nos permite creer en nosotros mismos. Eso nos lleva a conocer lo que somos, lo que podemos y lo que no podemos hacer y a trabajar por esculpirnos a nosotros mismos.
La actitud negativa es aquella que nos hace pensar mal de nosotros mismos. Esta nos lleva a perder la fe en nosotros, en pensar que no podemos, que no llegaremos o más aun que no nos merecemos lo que hemos soñado. Eta actitud mata los sueños en el mismo momento en que los engendramos.
La fortaleza de una persona se encuentra en la actitud. Mientras más crees en ti, más fuerza tendrás para luchar por lo que sueñas. La clave, el secreto de la actitud es creer en ti. Quien posee este don no ve problemas sino posibilidades. No busca culpables sino asume la responsabilidad. No pone excusa sino que inventa cada día nuevo razones para seguir adelante.
Para que alcances tus metas tienes que tener actitud de vencedor, tienes que visualizarte como un ganador y lanzarte con todas tus fuerzas tras tus metas.
Todo conlleva sacrificios, todo conlleva esfuerzo y la victoria es de aquellos que creyendo en sí mismos se sacrifican, se esfuerzan y dan el 100%.
¿Quieres? Demuéstralo con hechos: determinación, esfuerzo, compromiso y actitud
¡Ánimo que si se puede¡

Dios te bendiga
Paz y Bien

Diac rafa




lunes, 14 de agosto de 2017

3 tips Para no renunciar En nuestro servicio eclesial




3 tips
Para no renunciar
En nuestro servicio eclesial

        Siempre se nos ha dicho que debemos seguir adelante, que nuestra misión en la vida es avanzar, avanzar y avanzar. Sin embargo al caminar nos damos cuenta que nada es tan fácil, que las instrucciones no están tan claras y que nuestro ánimo no siempre es el mismo. La gente nos desanima, la sociedad nos aplasta y nuestro organismo se enferma. Seguir adelante es un deber pero ¿Cómo seguir cuando provoca renunciar? ¿Cómo hacer para no dejarlo todo? ¿De dónde se sacan las fuerzas? He aquí tres consejos útiles



La obra es de Dios
Lo primero que debemos entender es que toda obra tiene en Dios su origen y su meta. Actuamos en él, por él y con él, nuestro obrar es pues una continuación del obra de Dios, somos sus servidores, por lo tanto basta con hacer bien lo que nos toca hacer y dejar el resto en las manos de él.
En otras palabras, cuando trabajamos para Dios, él siempre está cerca de nosotros, pero aun así sentimos la tentación de la renuncia, no importa el trabajo que hagamos, desde el mas sencillo hasta el más complejo; al final siempre sentimos que nadie valora lo que hacemos, que nuestro cansancio es en vano, que todo es tiempo perdido, pero la verdad está muy alejada de eso.
Como seres humanos somos incapaces de ver el desenlace de todas las historia que convergen con la nuestras, es mas ni si quiera sabemos en qué va a parar nuestra propia historia, somos hilos pequeños en un gran telar y nuestra vista solo alcanza a ver unas pequeñas hebras; Dios en cambio, lo ve todo. Eso que hace que tú ves insignificante, repetitivo y monótono eso puede ser la parte mas esencial en la historia de uno de tus hermanos.
Hace un tiempo me encontré con una señora de apellido Pernia a la que le guardaba gran cariño pues era perteneciente a la MISION APOSTOLICA DE SANTA LUCIA, quienes misionaron en mi pueblo en semana santa de 1995, teníamos años sin vernos, unos 16 más o menos, al verme me sonrió y me dio un gran abrazo y empezó a preguntarme que hacía y todas esas cosas. Cuando le dije que ya era diacono, se alegró muchísimo y sus ojos brillaron de manera especial. Luego me dijo: cuando hacíamos esas misiones como la de la calceta donde los conocimos la gente nos decía que todo eso era una pérdida de tiempo, que no valía la pena andar por ahí como locos, pero ahora al verte sé que todo el esfuerzo valió la pena… seguimos hablando por un rato y luego nos despedimos.
Ese día entendí que la obras siempre es de Dios, el sabe porque nos envía, porque permite ciertas cosas. Quizás nosotros no nos demos cuenta de todo el bien que Dios hizo a través de nuestras manos pero debemos entender que es su obra no nuestra. No somos nosotros lo que debemos ver los resultados, no es nuestro trabajo determinar si la gente aprendió o no, si les sirvió o no. La obra es de él, nosotros somos simples obreros. Haz tu parte, hazla bien. Hazla feliz y todo lo demás déjalo en las manos de Dios.



Dios siempre está cerca
En segundo lugar se encuentra el terrible peso de la soledad. Como humanos dependemos de nuestros sentidos para relacionarnos con el mundo que nos rodea, tenemos ojos y queremos ver, tenemos oídos y queremos oír, tenemos piel y queremos sentir, la realidad es que los sentidos nos permiten conectarnos con el mundo, entonces pasa que, como obreros de Dios queremos tener esa experiencia física de Dios, queremos verlo, oírlo, sentirlo y nos damos cuenta que eso no ocurre.
Trabajamos por años sirviéndole y el siempre está en silencio, el cura nos da las gracias, el obispo también, incluso hay algunos que nos aplauden pero Dios permanece en silencio. Es ese silencio en el que Dios habita lo que nos desequilibra, muchos piensan que porque no ven, porque no sienten, porque no tocan entonces Dios no está y la verdad es totalmente opuesta.
Dios siempre está cerca. Dios nunca abandona. Pero el no es invasivo, el es sutil, el está cerca, siempre cerca, pero es más que un sonido que se pueda oír, es más que una sensación que puedas sentir, el mas que un objeto que puedas tocar.
El siempre está ahí, cerca de ti, alrededor de ti. Pero el esta mas allá de lo que tus sentidos pueden percibir, el está por encima de todo eso. Para poder seguir adelante tenemos que aprender a descubrir a Dios con nuestro corazón no con nuestros sentidos. Creer no sentir.
Dios está, siempre está, el nunca se va de tu lado. ¿Cómo podría irse si te ama tanto? Pero no lo puedes ver con tus ojos ni tocar con tus manos, ni sentirlo en tu piel. A él hay que abrirle el corazón. Cuando creas en tu corazón que él está contigo entonces no necesitaras de pruebas, no precisaras de demostraciones porque él te habitara por completo. Él está en ti, en el aire que respiras, en los arboles y en la creación, él está en tus hermanos en tu familia y en tus seres queridos. El está en todos y en todo. No puede estar lejos porque él es todo en todos.
Cuando sirves, cuando realizas un trabajo, cuando amas, cuando te esfuerzas el está a tu lado, cuando caes, cuando pecas, cuando te alejas, cuando te hundes en el abismo, él también está a tu lado, Dios es tu padre, el nunca te abandona. Sólo debes creerlo en tu corazón. Si crees veras la gloria de Dios.







Mantén la mirada fija en Jesús


Por último hemos de entender cuál es nuestra meta, cuando nos preguntamos ¿Por qué hacemos esto? La respuesta debe ser clara y concisa lo hago por amor a él (Jesús).
Jesús es el rostro visible de Dios invisible, el es Dios-con-nosotros, el nos ha mostrado el camino, el nos ha dado el itinerario. Cuando trabajamos para Dios, cuando nos esforzamos, cuando incluso le damos nuestra vida, debemos saber que la meta es el cielo y que la recompensa es habitar a su lado por años sin término.
Cuando trabajamos por reconocimiento, pera que las gente nos vea, por ocupar un cargo o sentirnos importantes hemos equivocado el camino y quizás es por eso que perdemos las ganas de seguir, pues vamos en la dirección equivocada.
El servicio cristiano tiene como meta la tierra prometida y todo lo que haces o dejas de hacer te aleja o te acerca a la meta. Cristo es la meta, él ya ha llegado, él marcó el camino venciendo las ataduras de la muerte. Si vas a hacer algo no pierdas de vista a Jesús, porque es él quien ha de fortalecerte, es él quien ha de guiarte.
¿Nadie valora lo que haces? No fijes tu mirada en ellos, mantén tu mirada en Jesús, para él todo lo que haces es valioso por eso te escogió.
¿Nadie reconoce tu esfuerzo? Alégrate en el cielo tu recompensa será gigante.
¿Tienes problemas, te va mal, estás enfermo, no te alcanza el dinero? No te desanimes todo eso es pasajero lo único eterno es Dios así que mantén tu mirada fija en él.
Los grandes Santos y mártires de nuestra Iglesia son aquellos que aprendieron a mantener su mirada fija en Cristo, la vida los golpeó, llegaron las tormentas, llegó la muerte y ellos marcharon en paz, nada les preocupó, nada les intimidó, nada les robó la paz. Ellos tuvieron su mirada fija en Jesús por eso nadie detuvo su marcha.
Para no renunciar pon tu mirada en él, no renuncies sigue luchando y aun si caes el te levantara.








La tentación de renunciar  es grande, pero el amor de Dios es aun más grande, hunde tus raíces en Dios y ninguna tormenta lograra derribarte
Dios te bendiga
Paz y Bien

Diac Rafa