lunes, 26 de septiembre de 2016

CRECER EN LA CONVIVENCIA



CRECER EN LA CONVIVENCIA

Vivir en comunidad no es fácil, se necesita mucho amor y coraje para afrontar día tras día los retos que la convivencia nos va marcando. En las películas cuando la pareja llega por fin al matrimonio aparece la frase “y vivieron felices por siempre” pero en la realidad alcanzar esa felicidad no es tan sencillo como parece pues convivir no es fácil. En la convivencia uno va descubriendo realmente como es el otro y aunque una vida no es suficiente para llegar a conocerlo completamente la convivencia permite que uno se dé cuenta gradualmente de que el otro no es tan perfecto como nosotros pensamos, que la vida no es tan color de rosa sino que a veces se torna gris y en ocasiones hasta negra (realmente experimentamos toda la gama de colores del arcoíris) ¿Cómo mejorar la convivencia? ¿Cómo lograr ir creciendo de a poco en el amor? Aquí te presento tres pasos que te ayudaran a crecer en la convivencia.


COMPRENDER 

Para convivir es necesario que ampliemos nuestra mirada. No somos el centro del universo y no todo gira a nuestro alrededor, la otra o las otras personas que coexisten con nosotros son seres complejos que tienen sobre sí el peso de su propia vida, de sus experiencias, de sus errores y aciertos, de su pasado y de su presente. En la mayoría de los casos estas historias personales, ese cúmulo de experiencias vividas hace que reaccionen de una o de otra forma. Dependiendo el tamaño de la herida que tenga así será la reacción que presente cuando se enfrente a situaciones similares. Si alguien fue engañado le costara confiar, si fue herido lo pensara dos veces antes de abrir su corazón. Comprender se trata entonces en primera instancia de ser tolerantes. ¿Por qué él/ella es así? Es así por lo que ha tenido que vivir y hasta que no tenga una experiencia nueva y significativa que lo motive a tener un cambio radical en su vida seguirá siendo así, mientras le ayudas a superarse a si mismo debes ser tolerante y tratar de entenderlo tratar de comprenderlo y eso no es un proceso sencillo pues se requiere otro ingrediente esencial de cual debes armarte ya: la Paciencia. Es necesario que seas paciente pues un mal habito adquirido y practicado por años no se va a ir en unos días y para convivir es necesario entenderlo. Los otros y tú no ven la vida del mismo modo pero si se toleran y son pacientes los unos con los  otros lograran crecer en la convivencia. Compréndelos, o trata de comprenderlos ese sin duda es el primer paso para crecer en la convivencia.

ACEPTA SUS DIFERENCIAS

Dice la ley física que los polos opuestos de atraen, y en la vida cotidiana esto se da a menudo, la mayoría de las parejas esta formadas por personas completamente distintas y esto es bueno pues uno busca en el otro aquello que uno no es y el hecho de que el otro sea distinto a uno pero con intereses comunes enriquece la relación, el problema se presenta cuando después de la convivencia estas diferencias crecen de manera desmedida. No se trata de que uno no sepa que la otra persona es diferente sino que uno a veces quiere obligarlo por la fuerza a que sea como uno desea y no como realmente es y es ahí donde se ve afectada la convivencia. Cada persona es única en su forma de ser y así debemos entenderlo. Supongamos que tú eres un romántico empedernido de esos que disfrutan de las rosas, las serenatas y los poemas, pero el otro es una persona más bien práctica que prefiere la utilidad y la ganancia antes que el romanticismo ¿Cómo hacer para superar esta diferencia tan grande? Sencillo acéptense. Cada uno tiene su forma de amar y su forma de expresar el amor, acepta el amor que se te da mientras le haces comprender al otro que hay maneras distintas de expresar el amor. Acepta que el otro es distinto y que siendo diferente a ti quiere adornar tu existencia con otra forma de experimentar la vida. Acepta al otro con sus defectos y virtudes y con tu amor ayúdalo a superar sus defectos y a crecer en las virtudes y así tu convivencia mejorara. No te molestes porque no sea como tú, porque no avance al mismo ritmo que tu, porque no sea fanático de tu mismo equipo, el otro no es tu clon es tu compañero y el hecho de que sea distinto es algo que debes aceptar así que no te molestes sino disfruta de su presencia, de su otra forma de ver la vida, y poco a poco irán limando esas diferencia y no solo mejorara la convivencia sino que crecerán en el amor.

PERDONAR 

Hemos descubierto que nadie es perfecto, que aunque nos ame y convivimos juntos cada uno tiene sus propias debilidades, sus propios errores y sus defectos y en ocasiones estas fallas queriendo o sin querer afectan la convivencia. Los heridos hieren, no por malos, sino porque reaccionan movidos por su dolor; y estas reacciones nos dañan  y el dolor dificulta la convivencia. Hemos tratado  de comprender, hemos luchado por aceptar las diferencias pero ¿Qué hacemos con las heridas que hemos recibido? ¿Cómo las sanamos? Pues la respuesta es sencilla: perdona. El perdón es un camino hacia la mejora de la convivencia. Pues al perdonar cerramos ciclos que deben ser cerrados, por lo tanto perdona pero no uses esa experiencia como arma. Hay quienes dicen haber perdonado y permiten que el rencor crezca solapado en sus corazones, perdonaron con los labios pero muy en lo profundo la herida sigue sangrando y tan pronto se presenta la ocasión le echan en cara al otro esos errores que supuestamente se habían perdonado lo que los devuelve al punto de inicio, no se avanzo nada y se hizo más grande la herida. El perdón viene de Dios, y de él debemos aprender el arte de perdonar. Dios ha amado al hombre aun antes de crearlo y el hombre siempre se aleja de él, hace lo que le desagrada y termina perdido, herido y maltratado y es ahí cuando decide volver a Dios y cuando lo hace Dios le perdona y aunque sabe todo lo malo que ha hecho deja ese pasado atrás y no lleva cuanta de eso de modo que el creyente pude empezar de cero. Perdonar es dejar en el pasado lo que ocurrió en el pasado, no se trata de olvidar, sino más bien de no conservar rencor por la falla sino ayudarse a intentar mejorar. El deber del que perdona es no utilizar el pasado como arma y el deber del perdonado es no volver al mismo error pues eso sería traicionar la confianza que se le ha dado. En todo caso perdonar sana las relaciones, mejora la convivencia. Y como todos somos humanos se que no solo el otro ha fallado tú también lo has hecho de ahí que conviene recordar las palabras de Jesús: ve en paz y no peques más.

Espero que esta reflexión te ayude a crecer en la convivencia
gracias por leer mi blog
 
Dios te bendiga
Paz y bien
Diacono Rafael Marín

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