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Seguramente alguien te ha fallado. Muchas personas incumplen sus promesas, otros dicen que te aman solo cuando necesitan de ti y luego te dejan solo. Es posible incluso que  haya algunos ideando planes para que fracases; queramos o no eso es parte de la naturaleza humana y siempre encontraremos a nuestro alrededor quienes nos hieran, nos traicionen y nos juzguen.

    Sin embargo, no podemos hacer de esa realidad nuestra razón de vivir; eso sería inaceptable. Sería como ver en el rosal solo las espinas y no descubrir que también hay rosas. Una cosa es saber que el mal existe, que el dolor es real, que la tristeza también lo es y otra cosa muy distinta es pensar que eso es lo único que hay en el mundo.

    Observa y date cuenta que: “el vaso está medio lleno, no medio vacío”. Esfuérzate por ver lo bella que es la vida, contempla más atardeceres, Bendice en lugar de maldecir, Agradece en lugar de quejarte. Si no tienes todo lo que sueñas es para que sigas soñando. Recuerda que cuando una luz se apaga otra se enciende.

    No es que la bondad no existe, es que a veces nos dejamos deslumbrar por el mal y no vemos el bien. El ruido ensordece nuestros sentidos y se nos escapa la melodía del amor que Dios siempre canta a nuestro alrededor, por cada herida el Señor te da mi caricias solo debes descubrir el manantial del amor que está dentro de ti.

    Si alguien te ha fallado  perdona y continúa, sé parte de la solución no del problema, el Bien existe, el bien está en ti, toma la decisión de ser el primero en amar, en perdonar, en crecer, sigue adelante, no te detengas. Que la noche no te sorprenda odiando.

DIAC. RAFAEL MARIN