En nuestro caminar
por la vida siempre encontramos piedras que dificultan nuestro andar, siempre
hay situaciones que intentan impedir que
sigamos hacia adelante, un error, una caída, una herida, una enfermedad e incluso
la misma muerte se nos ponen como obstáculos para poder avanzar.
A veces tenemos tanto dolor por nuestro
pasado, por las cosas que hemos dejado atrás que nos da miedo avanzar, a veces
marchamos con heridas aun abiertas que siguen sangrando debilitándonos cada día
y haciendo que nuestros sueños se vean cada vez más lejanos e imposibles de
alcanzar; es entonces cuando debemos propiciar un cambio interior que nos ayude
a levantarnos de esas situaciones que no nos permiten seguir y Jesús El Nazareno de camino al calvario nos ayuda, nos motiva,
nos enseña.
Cuando a Jesús carga con el peso de la cruz
el no la toma de mala manera, sino que
abrazándola la asume como la vía por la cual ha humanidad será redimida, de
mismo modo cada uno de nosotros debe tomar la cruz del diario vivir, no con
rabia, no con molestia sino con amor, si te toca salir de madrugada a trabajar
por tu familia: abraza tu cruz con amor, si te toca hacer las labores del hogar
diariamente: abraza tu cruz con amor, si te toca estudiar y construir un mejor
futuro para ti y los tuyos: abraza tu
cruz con amor, si te toca sufrir la enfermedad propia o la de un familiar
cercano: abraza tu cruz con amor: si la muerte de un ser querido ha tocado la
puerta de tu casa: abraza tu cruz con amor. Pus solo abrazando la cruz, solo
amándola y soportándola podrás seguir adelante.
El peso de la cruz hizo que Jesús cayera al
suelo, no una, ni dos, sino tres veces y de cada una de las caídas se levanto
con mayor decisión, si bien las fuerzas de su cuerpo amainaban la determinación
de su espíritu se hacía cada vez más grande, Jesús el Nazareno cae pero se
levanta, sufre pero, no se queda en el sufrimiento sino que poniéndose de pie
se lanza hacia delante para salvar la humanidad.
En nuestra vida siempre tendremos caídas y
recaídas, en pecados, en errores en egoísmos, en situaciones que nos alejan de Dios,
pero es ahí cuando Jesús Nazareno debe estimularnos: está permitido caer lo que
no está permitido es quedarnos en el suelo, si te has caído levante, si has
recaído levántate otra vez, pero no te quedes en el suelo no te rindas pues
Jesús no se rindió.
excelente, Dios te bendiga y te siga usando para bien...
ResponderEliminarque bueno que te haya gustado... esperamos tus comentarios
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